Éste blog no pretende ser un diario ni una base de datos de los/as hospitaleros/as que pasan por el albergue de Castilblanco de los Arroyos. Tan solo un espacio, otro lugar de encuentro en el que poder plasmar cualquier experiencia o anécdota, sentimiento o pensamiento. Quizás para poder ponerle cara a ese alguien que hizo nuestro peregrinaje más amable . Un espacio para encontrarse.
lunes, 22 de abril de 2013
segunda quincena de abril
" Soy Antonio Zamora Bernal, el hospitalero voluntario que va a estar en Castilblanco de los Arroyos desde el 16 de abril hasta el 30 de abril.
Soy de Murcia, tengo 66 años y estoy jublilado. Tengo cinco hijos de 39, 37, 32, 27 y 25 años. La primera es catedrática de universidad, el segundo director de Banco, la tercera profesora de lengua inglesa y francesa en un colegio, el cuarto trabaja en Madrid en una consultoría y es ingeniero de telecomunicaciones y el quinto estudía todavía empresariales.
Tengo seis nietos, que junto con mis actividades en el taller de "Envejecimiento Activo" y mi participación de una manera u otra en el Camino de Santiago ocupan mi tiempo, el cual procuro exprimir y aprovechar al máximo.
Yo me dedicaba al comercio, tenía tiendas de ropa de hombre. Ahora, al jubilarme, dejé todos los negocios para hacer algo diferente que nunca había podido hacer; dedicarme a los demás.
Al hacer mi primer camino, me impacto tanto la vivencia que viví, que me hice hospitalero voluntario.
La Vía de la Plata la hice en tramos entre el 2008 al 2010.
1º Sevilla - Cáceres
2º Cáceres - Zamora
3ª Zamora - Santiago
Del Camino destacaría la unión y vivencia que hace el camino entre personas de distintas nacionalidades y como, en poco tiempo, se eliminan fronteras y prejuicios, sólo con mirarse a los ojos, el idioma es común, es el idioma de la confianza, de la gratitud y de la aceptación .
Durante el camino, yo personalmente me gusta encontrar un albergue límpio, con agua caliente para ducharme, lo demás creo que a cada uno le gusta una cosa diferente.
Me gusta andar solo, pensar, vivir el camino, aunque a veces me entra nostalgia pensar que la vida tan bonita de vivir se puede acabar.
En éste albergue que venía precedido de una mala fama anterior, el peregrino después piensa de otra manera. Hay cosas mejorables, como hacer un rincón donde se pueda vivir ese "momento" que en casi todos los albergues que llevamos hospitaleros se dá.
Unas sillas de plástico o unos bancos ya que cuando hay 25 peregrinos solo hay 5 sillas para sentarse. Las terrazas en época de verano son un mirador especial para el pueblo, se podría pensar en unos toldos o carpa para las noches. "
martes, 9 de abril de 2013
Primeros de abril
" Me llamo Ángel Urbina, aunque en
algunas ocasiones me han identificado como el “Peregrino Eterno”,
no por la edad -que ya va siendo crecida-, más bien por ser el autor
de una historia que se cuenta allá por el Camino Francés (en la
villa riojana de Grañón, por más señas).
Yo nací en Logroño, capital de la
“Tierra con nombre de Vino” y me he dedicado durante 40 cursos a
dar conocimientos de geografía e historia a cientos de alumnos con
los que he disfrutado muchísimo, en especial viviendo con ellos
paisajes, respirando obras de arte o poniéndonos en situación de...
en momentos históricos.
Otra dedicación que me ha tenido y me
tiene muy ocupado es todo aquello que se relaciona con el Camino de
Santiago. Escribo sobre él, doy charlas, imparto cursos, recorro los
caminos que llevan a Compostela y ejerzo de hospitalero. En esta
ocasión lo hago en Castilblanco de los Arroyos a donde he viajado
para atender a los peregrinos que tienen la suerte de caer en este
coqueto albergue que ha construido el ayuntamiento de esta localidad.
Tuve la oportunidad de conocerlo en el 2000. recién iniciado mi camino por la Vía de la Plata. Ahora, años más tardes he tenido el honor de atender al peregrino número 500 de esta nueva etapa en la que los HOSVOL (Hospitaleros Voluntarios) nos hemos hecho cargo de él. Otra forma de entender la hospitalidad sin poner un precio por ello y sin discriminar a nadie, parezca o no parezca caminante.
En estos momentos de hospitalidad,
constato que quien aparece por este albergue suele ser un peregrino
experimentado que ha hecho otros caminos, que sabe que es un
hospitalero y el significado de “donativo”, son de mediana edad,
más hombres que mujeres y de procedencia extranjera (predominan los
germanos, a los que siguen franceses e italianos -lo mismo que en el
resto de caminos a Santiago). Si preguntas por qué van hacia
Compostela te hablan del paisaje, de la historia, de las gentes que
lo pueblan y de lo que esperan alcanzar en la meta.
Por ello, ante la pregunta de qué es
lo que el peregrino agradece durante el trayecto, hemos de responder:
manteniendo una naturaleza viva -la que se disfruta por estos lares-,
lugares donde se pueda dar hospitalidad desinteresada, con las
iglesias abiertas, con fuentes donde surtirse de agua (algunos lo
cambiarían por cerveza) y con la misma amabilidad que muestran esos
hombres y mujeres que salen al camino con un “Ea, vaya usted con
Dios con peregrino”.
Tras mi primer camino en 1993 pensé
que la humanidad entera podía dividirse en dos grupos: los
afortunados que habían caminado a Santiago y los otros. Desde esta
página animo a quien tenga algún interés en peregrinar hacia
Compostela que lo haga; no importa la edad, ni la preparación
física, ni el nivel intelectual, ni los euros que quepan en los
bolsillos, ni “na” -como se reza por aquí-. Solo es cuestión de
querer y de disfrutar.
ULTREIA ET SUSEIA."
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